La edición de Mangamore de 2017 me dejó con ganas de más, fue una edición de la que esperaba más ya que veníamos de ediciones anteriores realmente geniales. Una edición que empezó a demostrarme el estancamiento de este evento, un evento que en años anteriores siempre me había parecido el mejor del País Vasco. Un estancamiento que, y ya me voy adelantando a lo que voy a decir después, ha ido a más en este Mangamore de 2018. Así que vamos a ver qué me ha parecido esta edición.
El Mangamore de 2017 me pareció un estancamiento total y poca mejora e intención de evolución. La edición de este año se presentaba de similar manera. Contenido muy similar al de años anteriores y escasa variación de actividades. Lo de siempre con pocos cambios.
Los invitados de este año estaban a la altura de los de otros años, de lo mejorcito en cosplayers a nivel nacional y un grupo de música asiático. Desgraciadamente este año la mesa redonda de cosplayers tuvo lugar el domingo, no entiendo el motivo dado que menos gente podrá asistir a ella, pero en fin, que me la perdí vaya.
Entre los invitados de este año se encontraban los representantes españoles del WCS (World Cosplay Summit) en 2017, Tobi Cosplay y Ari B-Rabbit. El representante español del ECG de 2018, Taifu. La representante española en la Yamato Cosplay Cup en 2017, Popi Jack. El sábado por la tarde las japonesas Zwei amenizaron el evento con estilo rockero.
Aparte de los cosplayers, hubo otro tipo de invitados, entre los que estuvieron los Youtubers. Llevan unos años invitando a este tipo de gente y eso causa que el evento esté desviándose a unos extremos que me atraen más bien poco. Además esto causó que los cosplayers invitados, gente que se lo curra mil veces más y que hace un trabajo extraordinario estuviesen relegados a unas tristes y abandonadas mesas delante del frontón y no pudiesen vender sus prints en las mesas destinadas a los invitados. Un hecho lamentable. ¿Culpa de los Youtubers? No, pero todos los invitados deberían tener un mismo reconocimiento o al menos un trato similar, no es justo que para unos tanto y para otros tan poco, no se si me explico.
Si algo me gustó especialmente de esta edición fue la disposición de las zonas. En años anteriores tanto los stands comerciales, como los no comerciales e incluso los de comida estaban todos juntos en la carpa situada en el parque en frente del frontón. Algo un poco caótico y por ese motivo siempre había mucha cantidad de gente ahí dentro. Y peor aun a la hora de comer, cuando se formaban extensas colas en los stands de comida que molestaban bastante a los comerciales.
Afortunadamente este año cambió y en la carpa estaban únicamente los stands comerciales. Los cuales tenían lo de siempre, figuras, posters, mangas, camisetas y demás parafernalia. Afortunadamente había un par o tres de stands que se salían de esa temática y tenían cosas realmente originales, algunos de ellos tenían dragones enjaulados y otros diferentes objetos con forma de galletas, por mencionar algunos. Al haberse distribuido mejor las zonas este año se podía caminar mejor entre los stands comerciales y había más, además que tampoco parecían un calco los unos de los otros.
Los no comerciales por su parte estaban situados en el piso superior del frontón, junto a la entrada principal. Aunque los pobres sufrían de lo lindo ya que tenían focos que les apuntaban directamente y eso sumado a la cantidad de gente visitándoles, ya me entendéis, calor extremo. Los stands no comerciales eran una maravilla, como siempre. Una lástima que hubiese tan pocos, pero tenían contenido realmente original. Espero que para futuras ediciones les puedan dar un espacio más amplio y que no pasen tantísimo calor, ya que si los visitantes ya lo sufríamos, los artistas debieron pasarlo realmente mal.
Los stands de comida por su parte tenían una nueva ubicación, en la plaza Zubiondo. Este año había, además del stand habitual de comida japonesa, varios food trucks, lo cual le daba mucha más variedad. Había desde crepés hasta pizzas, pasando por stands de bebidas y hamburgesas. Además en esa plaza también tuvieron lugar varias actividades y talleres.
La zona de las máquinas recreativas como siempre era genial. Un buen número de máquinas, bastantes de ellas modificadas y con miles de juegos pre cargados. La lástima es la cantidad de gente que siempre está jugando. Suele ser complicado llegar a jugar a una. Eso sí, un tremendo punto a favor de esta zona era que tenía aire acondicionado, algo de lo que carecía totalmente la que voy a hablar a continuación.
En el piso inferior siempre suele estar ubicada la zona de videojuegos. En alguna ocasión han solido colocar algunas consolas en el piso superior, pero por normalidad los torneos de videojuegos suelen tener lugar en el piso inferior. Este año casi la totalidad de los videojuegos y campeonatos tuvieron lugar allí. Siendo sincero y yendo directo al grano, no pude estar ahí dentro ni diez segundos de reloj. Un olor a sudor y a gente sin haberse duchado el último mes inundaba la zona. Era asqueroso, muy asqueroso. Tanto cuesta ducharse y lavarse de vez en cuando, ¿tanto? ¿en serio? Siempre se dice que los frikis somos unos guarros, que no nos lavamos y que siempre olemos a sudor, desde luego, cosas como esta refuerzan el estereotipo.
La actividad estrella que tuvo lugar el sábado fue el concurso de cosplay. En la pasada edición se empezó a notar un poco de bajón en cuanto a cantidad de participantes y calidad general. Este año ha ido un poco a más y ha tenido únicamente 8 participantes. En cuanto a calidad de cosplays y actuaciones no ha estado nada mal, la verdad.
Antes de hablar de los premios y premiados permitidme hacer una breve mención al concierto que amenizó la espera. Los chicos de Game In dieron un corto, pero intenso, concierto de temas de anime y videojuegos. A mi me encantó.
Tras este pequeño, pero buen concierto, se dieron los premios y posteriormente a estos, los cosplayers invitados dieron una pequeña exhibición. Los premiados de está edición fueron justos y con buenas actuaciones. La mención especial fue a parar para las pequeñas del concurso, dos adolescentes recientemente estrenadas en el Cosplay con los trajes de Kill la Kill. El segundo premio individual fue para Kaceda Cosplay con su nuevo cosplay de Madoka Magica. En cuanto al primer premio individual fue para Flare Cosplay con su nueva armadura del Diablo III. Por último pero no por ello menos importante, el grupal se lo llevó Destronados Plus, con su actuación de Coco. ¡Enhorabuena a todos!
Finalmente los cosplayers invitados nos deleitaron con una exhibición de Cosplay. Taifu nos trajo su Cosplay de Hopus Pocus, con el que nos represento en la ECG este mismo año ¡Fue una pasada! Por otro lado, Tobi y Ari no pudieron hacerlo en directo, pero nos pusieron en video su actuación para el WCS de 2017 de Berserk. Esto ocurrió porque sus Cosplay nunca llegaron del país asiatico, una pena pero ¡pudimos disfrutar de igual modo! Por último pero no por ello menos importante, Popi Jack nos «improvisó» una actuación de la película Up, con perrito hablador incluido. En un primer momento estaba muy nerviosa porque decía que era todo muy rápido y que no le había dado tiempo a preparar mas, pero quedó una actuación genial y divertidísima.
En resumen, una edición de Mangamore que ha reforzado mi pensamiento de que el evento está estancado en cuanto a evolución. No obstante, me ha sorprendido gratamente con la nueva disposición de las zonas que han hecho que me sienta más cómodo y tranquilo a la hora de comer y desde luego me he entretenido mucho en el concurso de cosplay.
Os dejo con la galería fotográfica del evento.
¡Nos vemos en el próximo evento, La Japan Weekend de Bilbao el 20 de octubre!
PD: Gracias a quienes posaron amablemente en las fotos de la galería, un trabajo fantástico con sus cosplays.
Un comentario sobre “Reportaje: Mangamore 2018”