Reseña: Super Mario Bros. La Película

Las películas basadas en videojuegos nunca han brillado por su calidad. Esto había sido así hasta hace unos años. Como mucho había algunas que se podían considerar decentes como Mortal Kombat, la de 1995, o Silent Hill, el resto eran de una calidad bastante deplorable. Insisto, hasta hace unos años. De un tiempo a esta parte, y ya era hora, todo ha dado un vuelco. Cintas como Detective Pikachu o Sonic the Hedgehog nos han demostrado que se puede hacer cine de calidad basado en videojuegos. Todos sabíamos se podía, simplemente había que ponerle mimo, pero ningun estudio, durante más de dos décadas, tiró por la senda de la calidad.

La Gran N ha estado herméticamente cerrada a ofrecer sus licencias desde la infame película de Super Mario de 1993. Y no es para menos. Las malas lenguas dicen que impactó tanto a Shigeru Miyamoto que fue decisión suya lo de no ceder sus licencias durante tantos y tantos años. Y razón no le faltó. Y así lo hizo hasta hace unos 7 u 8 años cuando, para sorpresa de todos, Nintendo firmó con Illumination un acuerdo para hacer una película del famoso fontanero italoamericano de peto rojo. Miedo nos dio por aquel entonces. Ilusión nos generó ver el primer tráiler. Emoción nos provocó el segundo. Hype infinito el tercero. Éxtasis ver la película al completo. Por fin. 30 años hemos tenido que esperar para ver a nuestro querido Super Mario en la gran pantalla. Y ha valido la pena cada segundo.

Llevo días dándole vueltas a este artículo. No me salían las palabras, no era capaz de escribir un párrafo. Describir lo que me ha hecho sentir la película de Super Mario es una tarea champiñónica. Buena muestra de mi fanatismo por el fontanero ya pudisteis verla hace años en el artículo que le dediqué por su trigésimo quinto aniversario. Super Mario lo es todo para servidor. Fue mi primer videojuego en propiedad, ese que vino con mi Super Nintendo cuando me la regalaron mis padres cuando tenía 5 años. Ese hombrecillo que saltaba en pantallas de scroll lateral fue mi entrada en el mundillo de los videojuegos. Y, a partir de ahí, vino todo lo demás.

Por tanto, podéis haceros una idea de lo que esta película ha supuesto para mi. Lo ha sido todo. Una culminación, un sueño hecho realidad. Hace una semana del estreno, he ido al cine 4 veces (de momento), la he visto dos veces en castellano, una en VO y una en 3D. Y en cada una de ellas he salido con una sonrisa de oreja a oreja. En su primera visualización estuve sin parar de llorar a cada referencia visual o sonora a los videojuegos. Ha sido la más extraordinaria culminación de mi fanatismo por los videojuegos y por Super Mario en particular, hasta que algún día pueda ir al parque de atracciones. Soy un fan mucho más completo y feliz desde que he podido confirmar que esta película es todo con lo que siempre soñé. Todo con lo que soñaba mi yo de 5 años. He gozado la película como si fuese un niño, como un fan que nunca ha dejado de disfrutar.

Una vez secadas las lágrimas, ahora sí, pasemos a la película.

A partir de aquí se vienen spoilers ligeros. No destripo nada que no se hubiera hecho ya público via redes sociales de la productora o tráileres. Seguid leyendo bajo la responsabilidad de cada uno.


Super Mario Bros. La Película

La trama de la película es básica, muy básica. La de cualquier videojuego del fontanero ni más ni menos, los cuales, nunca destacan por su narrativa. Bowser quiere dominar el mundo y ya está. Poco más por ahí. Y, como buen videojuego de Super Mario, lo que importa es todo lo demás. Si en consolas destaca la jugabilidad, diversión y sonido, en el cine destaca la animación, entretenimiento y sonido. Y así ha sido.

Lo que importa es el viaje. Ver a Mario y Luigi de aventuras por el Reino Champiñón, aliándose con la Princesa Peach y superándo los distintos obstáculos y deteniendo a Bowser, quien quiere destruir el Reino de la Princesa. Por el camino conocerán a los Kong, veremos a Donkey Kong y tendremos carreras de Karts. Un no parar y todo bien introducido e hilado. Todo se ve fresco, se nota fluido y se siente como un videojuego en todo momento.

El diseño de todos los personajes es extraordinario. Si bien al principio la cara de Mario, por su redondez y tipo de animación nos chirrió un poco, al final te acostumbras y ni te das cuenta de sus ligeras diferencias con la del videojuego. La evolución que tiene a lo largo de la cinta es muy chula y la relación con su hermano es preciosa. El diseño de Peach es espectacular y le da mucho empaque, además de que la personalidad que le han dado como valiente defensora de su pueblo es fantástica. El diseño de Donkey Kong es una oda a sus primeros videojuegos y le da mucha vidilla y queda genial. Bowser impone mucho y, por momentos, se roba todo el protagonismo de la película. Luigi es tan entrañable como siempre y Toad es adorable. Y muchos otros personajes que serían spoiler. El diseño de todos ha sido sublime y han quedado genial en pantalla. Se nota el mimo y la costante supervisión de Miyamoto.

La animación ha sido superlativa. Los personajes se mueven de forma ágil en pantalla, con algunos movimientos y expresiones faciales exageradas propias de una película de animación que les da todavía más vida. Se nota el presupuesto que manejaban en esta cinta y sólo hay que ver la recreación de escenarios. Un sueño hecho realidad ver el Reino Champiñón al completo lleno de guiños, establecimientos y Toads en movimiento. Y el interior del Castillo de Peach tres cuartas partes de lo mismo. Una auténtica locura.

Sorprende sin duda el trasfondo de Mario y Luigi. Como se ha podido ver en los tráilers, estos dos personajes no son nativos del Reino Champiñón, sino que proceden del mundo real, de Nueva York, y más concretamente de Brooklyn. Esto es algo que nunca se menciona en los videojuegos. De hecho, dudo incluso que venga de Japón. Ya pudimos ver algo así en la serie de animación de los 90 donde teniamos unos gags de actores reales antes de los capítulos animados. Y también lo pudimos ver en aquella infame película de imagen real. Pero, lo dicho, quizás se nota la mano de Nintendo América aquí, ya que no creo que contar este origen haya nacido de Miyamoto en persona. Sea como fuere, le da un contexto curioso y sirve como excusa para llenar de referencias los momentos en el mundo real.

Esa es otra, las referencias. (Yo si no hilo un párrafo con otro luego me enredo). La película está plagada de ellas. Homenajes al origen de Mario, a recreativas clásicas, a juegos de Nes o Super Nintendo, situaciones que parodian a videojuegos, homenajes a otras sagas de Nintendo o a Spin Offs de Mario, lo dicho, la película está plagada de referencias. Es un constante homenaje a la propia Nintendo. Y estas referencias no están metidas con calzador, sino que van en la trama, están metidas en momentos donde el gag o la referencia entran de forma armónica, sin forzar. Todo se nota fluido.

Y en el tema sonoro la película no podía haber sido mejor. Se han remezclado decenas y decenas de temas míticos de videojuegos como Super Mario Bros (obvio), Super Mario Bros 3, Super Mario World o Super Mario Galaxy, entre otros. Pero no se queda ahí, las mezclas han quedado espectaculares en pantalla y soltaremos una lagrimilla cada vez que reconozcamos un sonido como de Mario al saltar, al obtener power up o golpear un bloque. Y lo más precioso de todo ha sido la mención a Koji Kondo en los créditos al mismo tamaño que la del compositor principal de la cinta, Brian Tyler. La parte fea la tenemos en la no mención de Grant Kirkhope, compositor de varios títulos de Donkey Kong entre ellos Donkey Kong 64, cuando utilizan algunos temas compuestos por él. Muy feo.

Siguiendo con el tema sonoro, no puedo dejar de pasar el estupendo doblaje de la cinta a nuestro idioma. La adaptación de textos y voces al castellano ha estado a la altura de las mejores nunca hechas en el ámbito de la animación. Han adaptado de forma exquisita muchos chistes y han utilizado expresiones que quedan aun más graciosas en nuestra lengua. Y se nota el mimo y la calidad también en la selección de actores y actrices de doblaje para cada uno de los papeles. Ni rastro de star talents, lo cual sorprende ya que era carne de star talents esta pelicula. Así que desde aquí el eterno agradecimiento a Universal por cuidar tanto este punto, los profesionales merecen reconocimiento y no tanta intrusión en su sector.

Paso a mencionar a los profesionales que han puesto voz a nuestros personajes favoritos en nuestro idioma, entre paréntesis en VO. Mario lleva la voz de Guillermo Romero (Chris Pratt), Bowser lleva la de Fernando Castro (Jack Black), Luigi la de Rafa Romero (Charlie Day), Peach la de Laura Pastor (Anya Taylor-Joy), Toad la de David Robles (Keegan-Michael Key), Donkey Kong la de Felipe Garrido (Seth Rogen) y Kamek la de Juan Alfonso Arenas (Kevin Michael Richardson), entre otros. No menciono otros porque pueden ser spoilers. Lo dicho, un doblaje espectacular de todos y cada uno de los actores. También está realmente bien en VO, pero, personalmente, me quedo con la adaptación a nuestro idioma.

Y antes de terminar, Charles Martinet pone voz tanto en inglés como en castellano a dos personajes. Evitaré mencionarlos para evitar el spoiler, sólo decir que no se les podían haber ocurrido unos personajes más adecuados para homenajear a quien lleva siendo la voz del fontanero en el mundo de los videojuegos desde hace más de 25 años.

En definitiva, una película de animación correcta y una adaptación superlativa. Es cierto que como cinta no cambiará la vida a nadie. No deja de ser la típica película de Disney o Dreamworks, o, mejor dicho, de Illumination del montón para pasar un buen rato con los peques de la casa. Ahora bien, como adaptación de Super Mario, y no digamos ya si eres fan de los videojuegos y de Nintendo y el fontanero en particular, entonces la vas a gozar mucho.

Personalmente me ha costado mucho escribir todo esto sobre la película evitando la subjetividad y los spoilers. Lo dicho, para servidor esta película lo ha significado TODO. Una culminación inmejorable para mi niño interior quien comenzó a jugar a videojuegos con Super Mario World con 5 años. Simplemente dar las gracias a Illumination, a Universal y a la propia Nintendo por traer al fontanero a la gran pantalla con este nivel de mimo y calidad. Que sea la primera de muchas.

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