«Vamos a mudancear». Una frase que suena muy poco atractiva, pero que puede derivar en momentos tan extremadamente divertidos como frustrantes. Una velada videojueguil en la que podéis acabar o chocando los cinco o, literalmente, a palos, incluso tirándoos un sofá. Y con esta premisa comienza Moving Out, eso sí, con un detalle importante a tener en cuenta, en esta ocasión cambiaremos nuestros fornidos brazos por un mando de consola, es decir, que aquí no nos cansaremos físicamente, mentalmente ya es otra historia.
Con la intención de emular el éxito de Overcooked, la gente de Team17 y SMG Studio han llevado dicha idea, de un juego cooperativo completamente loco, a las mudanzas. Y la idea funciona y además sorprendentemente bien.

¡Vamos! ¡Coge esto o aquello! ¡Llévalo! ¡Hay que transportarlo!
En Moving Out tomaremos el control de unos simpáticos trabajadores de Smooth Moves, una empresa de mudanzas de la ciudad de Packmore. Los vecinos nos irán solicitando ayuda para mover todos los muebles de su casa al camión de mudanzas para llevarlos a su nueva vivienda. En definitiva, nuestra misión será desvalijar la vivienda y llenar el camión con todos los enseres del susodicho. ¿Sencillo, verdad?
El juego cuenta con un tutorial muy breve y eso se agradece. Nos enseñarán a movernos, saltar, agarrar un objeto y lanzarlo. Poco más, porque, es que no hay más. El juego es sencillo, mucho. Sin embargo, este juego es la viva prueba, junto con Overcooked, del mítico mantra «Easy to Learn, Hard to Master» que tan popular hizo Nolan Bushnell, fundador de la mítica Atari. Lo que viene a decir es que los mejores juegos son los que son sencillos de aprender a jugar y condenadamente difíciles de dominar.

Las primeras ubicaciones que nos propone el título son viviendas sencillas, hogares habituales vaya. Sin embargo, a medida que vayamos avanzando, descubriremos casas con varias plantas y con piscina, fábricas, incluso nos veremos transportando animales en una granja y hasta lugares con distinta gravedad (ups, spoiler). Acaba haciéndose muy retorcido y desafiante.
Pese al breve tutorial al comenzar la aventura, el resto va surgiendo sólo. El juego te da las 4 pinceladas básicas de juego, pero una vez vayas completando los primeros niveles, cuando te plantan ante los ojos la primera vivienda de dos plantas, ya sabes que vas a aprovecharte de la ventana del nivel superior para lanzar los objetos. Cuando llegues a la fase con corrientes de aire o gravedad reducida, ya sabes que vas a aprovecharte de ella para desplazar los objetos grandes y acercarlos al camión. La curva de aprendizaje es realmente buena y con unos controles realmente básicos, logra que uno mismo se aproveche de sus físicas y elementos para conseguir una mudanza perfecta.

Físicas brillantes y frustrantes a la vez
Durante las misiones deberemos transportar unos objetos concretos de la casa al camión de mudanzas. Estos objetos estarán resaltados y serán muy fáciles de distinguir del resto. Los hay pequeños y sencillos de agarrar como radios, videoconsolas o cajas de cartón pequeñas. Hay otros de mediano tamaño como mesitas o televisores que llevaremos arrastrándolos por el suelo y que no podremos lanzar ni nos permitirán saltar a menos que pidamos ayuda. Para terminar existen los objetos grandes y pesados como neveras, sofás o camas que tendremos que transportar si o si con ayuda.
Moving Out cuenta con un sistema de físicas y colisiones muy bien trabajado. Tanto que, en ocasiones, puede llegar a resultar frustrante sacar una cama por una puerta o ventana ya que está calculado al milímetro y nos tenemos que posicionar totalmente perpendiculares a ella, en caso contrario no hay manera.
En otras ocasiones, tras colocar más de 30 objetos en el camión de mudanzas, nos quedamos sin huecos para los que todavía quedan, aunque siempre podemos lanzarlos y colocarlos sobre otros, pero es posible que este lanzamiento colisione con otros objetos y se arme un caos. Las físicas, insisto, están realmente bien para un juego tan arcade, es posible, que esa precisión tan al detalle, en ocasiones lo vuelva frustrante y caótico. Sin embargo, hay que quererlo así.

Diversión hasta que los brazos aguanten
El juego cuenta con 30 fases en su aventura principal. Las cuales tienen un objetivo de tiempo según el cual nos recompensarán con una valoración de oro, plata o bronce. Previsible. Tampoco sorprenderá a nadie el hecho de que también exista el platino, el cual no es necesario para desbloquear nada extra en el juego, simplemente es un desafío añadido para personas perturbadas. Cada fase contará también con 3 objetivos adicionales, los cuales descubriremos una vez hayamos completado por primera vez el nivel. Estos irán desde entregar también la mascota del inquilino o una consola hasta saltar sobre unas ranas, entre muchos otros, y recompensarán con unas medallas.
Además de las 30 fases, el juego cuenta también con unos desafíos y unas fases arcade. Los primeros se desbloquean completando objetivos adicionales de las fases. El último de ellos se obtiene con poco más de 50 medallas, por lo tanto no es necesario conseguir los 90 que hay a lo largo de todo el juego. Estos desafíos son fases extremadamente retorcidas y complicadas con un único objetivo que completar en un determinado tiempo.
Por otro lado están las fases arcade. Unas fases que se desbloquean a medida que vayamos obteniendo oro en las distintas fases de la aventura. Igual que en el caso anterior, no es necesario obtener todos los oros del juego, si no recuerdo mal la última fase arcade se obtenía con 26 oros, aunque esto casi son los 30 con los que cuenta el juego, vaya. Estas fases son bastante más relajadas que los desafíos y también cuentan con un único objetivo a cumplir en un tiempo determinado.

Contenido adicional
Moving Out recibió una expansión de pago a principios de 2021 llamada Movers in Paradise. Esta introdujo una nueva ubicación, una isla paradisíaca, con 24 nuevos niveles. Estos niveles varían bastante respecto a los de la aventura principal. Cuentan con bastantes más obstáculos y muchos más elementos, como subidas del nivel del agua, corrientes de aire, lava y además bastantes animales molestos. Personalmente, los encontré tan retorcidos, que si ya los niveles finales de la aventura principal de mudanzas tenían poco, estos tienen bastante menos. Estas 24 fases cuentan también con sus respectivas calificaciones en platino, oro, plata y bronce y con su trío de objetivos adicionales, ya que esta isla también incluye fases arcade y desafíos desbloqueables.
Junto con la expansión de contenido se incluyó, este completamente gratis, un nuevo modo de juego llamado Moving In. Esto nos permite jugar a gran parte de las fases del juego y de la expansión, al revés. Es decir, en vez de trasladar los objetos de la casa al camión, hacerlo en sentido inverso, del camión a la casa. Un modo que resulta bastante entretenido, y en las fases que son una vivienda propiamente tiene cierto sentido. De todos modos, los alicientes para jugarlo son bastante escasos ya que, pese a darnos una calificación, esta no desbloquea nada, no tiene mayor sentido de ser que el de desafiar al propio jugador, que no es poco.

Conclusión
Un genial título que, con la intención de emular el éxito de geniales y originales juegos multijugador como Overcooked, nos trae unas mudanzas realmente divertidas. No es redondo ni perfecto, pero cumple con creces lo que se propone. Un juego con un humor fantástico y que queda de maravilla en su adaptación al castellano. Gráficos simples y con muchas aristas, las cuales, en ocasiones, pueden frustrarnos un poco a la hora de realizar ciertas maniobras con los muebles, y una banda sonora con escasas melodías que se repiten hasta la saciedad. Sin embargo, estos dos últimos aspectos son los menos importantes en un juego de estas características orientado al entretenimiento y al multijugador y en esto último sí que cumple con nota.
NOTA
Gráficos | 7 |
Sonido | 6 |
Jugabilidad | 9 |
Duración | 8 |
Diversión | 10 |