Reseña: Pokémon Espada y Escudo

Con Nintendo Switch ya en el mercado, la saga de bichos coleccionables Pokémon, una de las franquicias más exitosas de la historia de los videojuegos no podía faltar a su cita con la nueva consola de Nintendo. Pokémon Espada y Pokémon Escudo fueron los nombres elegidos para esta última entrega que salió al mercado el 15 de noviembre de 2019. Ahora que por fin me he terminado el juego, voy a dar mi sincera opinión sobre él.

Era una entrega muy esperada, más aun tras la infame, a título personal, séptima generación. Una séptima generación que bajo mi punto de vista supuso una decepción, una estafa y un bajón sin precedentes. Para un servidor la octava generación tenía que ser la generación del reencuentro, la generación que volviese a ilusionar, unos juegos innovadores, sin dejar atrás su estilo clásico que tanto gusta a los fans de la saga, algo que si hicieran con Pokémon Let´s Go Pikachu y Pokémon Let´s Go Eevee, pero esos juegos eran especiales y no cuentan.

Adelantándome un poco a la reseña, diré que el juego me ha gustado, , pero no está exento de pegas, como todo lo que hace Gamefreak, muy a mi pesar. Una compañía a la que le cuesta mucho innovar y cuando lo hace, siempre hay que pagar un precio. Una desarrolladora muy poco perfeccionista y de excusa nos dicen que es una empresa pequeña, algo poco creíble ya que hay equipos pequeños que hacen trabajos realmente extraordinarios. Su carencia de perfección y poco mimo al pequeño detalle han hecho que este juego esté lejos de ser perfecto y se nota, en muchos aspectos, que es un juego a medio cocer, un plato al que le faltan unos meses de horneo para estar en su punto.

El juego

Pokémon Espada y Pokémon Escudo son unos juegos de Pokémon como los de toda la vida. Un juego canónico y que inaugura una nueva generación a diferencia de Pokémon Let´s Go Pikachu y Pokémon Let´s Go Eevee. Un juego donde has de elegir a un Pokémon inicial entre una selección de tres. Un juego donde debes superar 8 gimnasios para poder enfrentarte a la Liga Pokémon. Unos gimnasios que, en esta ocasión, han sufrido una ligera vuelta de tuerca. Cada uno de estos 8 gimnasios, o más bien estadios, costa de una prueba, las cuales van desde guiar Wooloos hasta capturar Pokémon, pasando por luchar contra un entrenador tras otro, todo ello para terminar combatiendo contra el líder y obtener nuestra ansiada medalla. Una curiosa variedad que a mi juicio le ha dado más enjundia a estos enfrentamientos con los entrenadores más poderosos de la región.

Un juego donde recorreremos diferentes rutas entre pueblos y de vez en cuando saldremos a la pradera salvaje, zona que comentaré más adelante. Unas rutas que, siendo sincero, son muy pobres. En otros títulos de la saga estas rutas tienen zonas secretas y varias posibilidades de exploración a las que no podremos acceder porque nos exigirán una MO que aprenderemos más adelante en la aventura. En este título, no hay nada de eso. Las rutas son totalmente lineales y apenas tienen unos pocos secretos, además no proporcionan ni un ápice de necesidad de volverlas a explorar. No hay secretos, no hay zonas de corte, ya que en este juego no hay MO, ni tampoco zonas de surfno hay absolutamente nada.

En Pokémon Espada y Pokémon Escudo no hay MO como he dicho antes. Esto reduce a su mínima expresión los puzles, de hecho, los elimina de un plumazo. No hay puzles, no hay MO, no hay exploración. Las cuevas son tan lineales como las rutas en sí. Una auténtica lástima ya que esto le daba cierta enjundia al juego, no eran excesivamente complejas, pero le daban vidilla, le daban variedad. Por no hablar de la calle Victoria, siempre era un auténtico desafío con sus retorcidos puzles y en especial por sus poderosos Pokémon salvajes y entrenadores. En estos títulos no hay calle Victoria, no hay desafío previo a la liga, no hay absolutamente nada. Al menos la Liga Pokémon en sí tiene algún que otro giro de guión, algo es algo, eso sí, como punto negativo, te curan gratis tras cada combate, aunque he de admitir que este juego tiene uno de los Campeones de Liga más difíciles de toda la saga, así que tal vez se deba a ello.

En estos títulos también nos enfrentaremos en numerosas ocasiones a nuestro rival. Esta vez se trata de un fiel amigo de nuestro protagonista. Un rival con una personalidad bastante marcada. No se trata del típico amigo, que lucha sin motivo aparente sólo por ser colega del protagonista. En esta ocasión se trata de otro personaje cuyo objetivo es ganar la Liga Pokémon. Un joven que tendremos siempre a nuestro lado, fiel, pero también con objetivos en mente. Un personaje que va desarrollando su personalidad a lo largo de la aventura. Un rival que se frustra tras cada derrota, pero siempre trata de ver el lado positivo de éstas y sigue mejorando poco a poco. Al final del juego también nos sorprenderá con su decisión tras perder una vez más ante nosotros.

Además del rival principal, en el juego hay otro par de rivales con los que nos cruzaremos en más de una ocasión durante la aventura. Estos rivales adicionales no son amigos íntimos del protagonista, pero dan al juego bastante más vidilla. Además tienen un enorme carisma y son muy variopintos. En este título no tendremos banda rival en sí, me refiero al Team Rocket y sucedáneos. No hay banda rival pero si habrá algo que lo reemplaza. Se trata del Team Yell, el club de fans de una de nuestras rivales de la aventura. Un Team Yell, que no cuenta con más de dos o tres miembros. Miento, cuenta con más, pero son exactamente el mismo modelo repetido una y otra vez.

Esto muestra la pereza y carencia de perfeccionamiento de Gamefreak. En este título no han hecho más de 30 modelos de personaje diferentes y los repiten hasta la saciedad. Todos los guardias son exactamente el mismo, el público de los estadios no son más de 8 o 12 modelos que los repiten centenares de veces. Los personajes de los pueblos son todo el rato el mismo hombre o la misma mujer y así durante todo el juego. Una pereza extrema que no se entiende por parte de una compañía que factura millones por cada juego.

La región de Galar

La aventura del juego transcurre en la nueva región de Galar. Un mapa sin lugar a dudas basado en Reino Unido, supongo que no os costará nada adivinar cuál de las ciudades está basada en Londres. Un mapa que, a primera vista, parecía muy bonito, de los más vistosos de la saga, todos pensamos que daría pie a bastante exploración y zonas secretas. En realidad ha sido justo todo lo contrario. Uno de los mapas más lineales de toda la saga, con muy poca exploración y sorpresas.

En el centro del mapa se sitúa la zona salvaje. Una extensa pradera que publicitaron mucho en los trailers. La primera vez que podemos movernos con total libertad en un juego de la saga. Una zona con lagos, árboles y mucha hierba alta donde saldrán Pokémon a raudales. Pokémon Espada y Pokémon Escudo heredan de Pokémon Let´s Go Pikachu y Pokémon Let´s Go Eevee el hecho de poder ver a los Pokémon salvajes en la hierba alta antes de poder entablar combate con ellos y, de esta manera, nos permite sólo luchar con los que nos interesen y evitar al resto.

Una pradera salvaje que, a mi juicio, ha sido una de las grandes decepciones de estos títulos. A primera vista parece bastante extensa y, ciertamente lo es, pero se queda muy corta y además es poco variada. En general, sabe a poco. Durante la aventura iremos accediendo a más zonas de ella y una vez finalizada la trama podremos acceder a su totalidad. Apenas cuenta con 3 zonas bien diferenciadas y, pese a que el clima cambiante haga aparecer o desaparecer a cierto grupo de Pokémon salvajes, estaremos una y otra vez viendo los mismos lagos y los mismos árboles.

No es oro lo que reluce en esta zona salvaje, y ni siquiera el oro reluce en este juego. La idea de la pradera salvaje es muy buena, pero está muy mal llevada a cabo. El juego está realmente mal optimizado, aunque esto es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Gamefreak. Movernos por esta pradera provocará multitud de parones y realentizaciones en el juego. Los Pokémon salvajes aparecerán cuando los tengamos a un palmo de nosotros y desaparecerán al alejarnos. Además las texturas dejan bastante que desear y en ciertas zonas hay un exceso de niebla que ni en Nintendo 64.

La parte más interesante de la pradera salvaje son las incursiones. Unos combates contra Pokémon Gigamax, un poder que los hace crecer mucho en tamaño y que fortalece sus ataques y estadísticas. Estas incursiones las podremos hacer con ayuda de otros jugadores usando la comunicación inalámbrica, o con otros entrenadores controlados por el propio juego. Tras los combates contaremos con la posibilidad de capturar a estos Pokémon.

Además en cualquier punto de la pradera podremos montar un campamento Pokémon, también en ciertos lugares de las rutas de la aventura. Una vez montado podremos cocinar y dar de comer a nuestros Pokémon, además de jugar con ellos. Personalmente me parece de las cosas más innecesarias del juego.

Se nota mucho que durante el desarrollo del juego se han enfocado en hacer la pradera salvaje lo mejor posible y lo peor de todo es que ni siquiera eso han hecho demasiado bien. Las rutas entre pueblos son realmente cortas. Se puede llegar a tardar más de 10 horas de juego en conseguir la primera medalla y apenas 5 horas en conseguir las tres últimas. A todas luces se nota que han terminado de hacer el juego con muchas prisas y han descuidado las rutas y en especial el ritmo del título.

Los Pokémon

Pokémon Espada y Escudo cuentan con un total de 88 nuevos Pokémon y 14 más si contamos con las formas de Galar de Pokémon ya conocidos. Estos juegos son los primeros en toda la saga que no contienen Pokédex Nacional. Esto significa que es imposible conseguir todos los Pokémon que existen hasta la fecha. Solamente podremos hacernos con un total de 400 criaturas diferentes en estos títulos.

Un aspecto por el cual estos juegos recibieron un aluvión de críticas. Sin embargo, yo lo encontré como un punto positivo. Un servidor estaba bastante cansado ya de tener que coleccionar todos y cada uno de los Pokémon, incluidos los legendarios de títulos anteriores en todos y cada uno de los juegos de la saga.

De todos modos, admito que no hubiera estado nada mal tener la Pokédex Nacional, al menos tras terminar la Pokédex de Galar. Una vez capturados los 400 disponibles en el juego, abrir a los jugadores la posibilidad de completar los más de 900 Pokémon que existen entre las 8 generaciones de juegos mediante el Banco Pokémon, o como ahora se le conoce Pokémon Home, hubiera sido un plus bastante interesante.

Las expansiones

Recientemente han comenzado a ampliar el límite anteriormente mencionado de 400 Pokémon diferentes. Anunciaron hace unos meses que Pokémon Espada y Escudo iban a recibir dos expansiones en forma de DLC: La Isla de la Armadura y Las Nieves de la Corona. Unas expansiones que amplían la región de Galar. Cada una de ellas nos aportará una nueva isla que podremos recorrer, nuevos Pokémon que podremos capturar y también el regreso de varias criaturas ya conocidas que no estaban incluidas en la Pokedex original de Galar.

Unas expansiones que han sido muy criticadas, en muchos casos porque se intuye que es contenido arrancado del juego original. Motivos no faltan para pensarlo, pero, personalmente, prefiero creer que no. Unas islas que van a dar mucha más variedad al juego. Además de nuevas rutas, cuevas y Pokémon, estas expansiones van a añadir también nuevas zonas salvajes.

Personalmente estoy contento con los DLC, me interesan mucho vaya. Por el momento pagar 30 euros más tras haber pagado más de 50 por el juego base me parece realmente caro. Sin embargo, no dudo de adquirirlo cuando alcance algún precio interesante. Insisto, el juego base me ha gustado y poder ampliar sus horizontes se me hace francamente atractivo.

Conclusión

Pokémon Espada y Escudo son unos grandes juegos dentro de franquicia, sin lugar a dudas. Limpian de un plumazo el mal sabor de boca que a muchos nos supusieron los decepcionantes Pokémon Sol y Luna y los infames Pokémon Ultra Sol y Ultra Luna que sin duda fueron una estafa absoluta. Un juego bastante fiel a la saga en muchos aspectos. Bastantes novedades de las que incluye eran ya imprescindibles en la saga y sin duda han hecho una aventura más amena y menos tediosa, algunas de ellas incluso me he olvidado mencionarlas como por ejemplo poder acceder al PC desde cualquier lugar y no necesariamente desde un Centro Pokémon o poder usar Surf con nuestra Bici si necesidad de transportar un Pokémon con dicha habilidad y tres cuartos de lo mismo con Vuelo.

Sin embargo, no es un juego perfecto y está bastante lejos de serlo. Todos los aspectos negativos anteriormente mencionados se notan mucho en el transcurso del juego y es una verdadera lástima, no obstante el juego me ha supuesto una buena revolución en la saga. Una revolución que está muy lejos de consagrarse. Una revolución con buenas ideas y mala ejecución, como por desgracia Gamefreak nos tiene acostumbrados. Sin embargo, a mi me ha gustado el juego, pese a ser la primera vez que dejo un juego de Pokémon parado durante meses para retomarlo y terminarlo a posteriori. Miento, me pasó con Pokémon Ultra Luna, pero ese no lo retomaré ni terminaré jamás.

Nota: 7.5

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