Quién no conoce a Donkey Kong. El malvado mono que lanzaba barriles a «Mario» en los arcades allá por principios de los años 80. Interesante es la historia de este juego ya que fue el gran gurú Shigeru Miyamoto junto con Gunpei Yokoi quienes idearon este título deprisa y corriendo para paliar el fracaso de Radar Scope en Norteamérica. Es una forma extremadamente resumida de contarlo, pero esa es una historia para otra ocasión. El título fue un gran éxito y salieron varias secuelas y clones, algunos de discutible calidad. Fue a mediados de los años 90 cuando, cortesía de Rareware, el mono de Nintendo alcanzó su pico de calidad y fama y se convirtió en un personaje a tener en cuenta más, dentro del gran elenco de la compañía. La trilogía Donkey Kong Country fue inolvidable. El paso al 3D fue memorable con Donkey Kong 64 (que alguien se atreva a llevarme la contraria). Pero después, ay después, después vino la era oscura y el mono quedó en el olvido durante años con juegos de más que discutible calidad.
Su regreso a los plataformeros 2D vino de la mano de Retro Studios con Donkey Kong Country Returns y Donkey Kong Country Tropical Freeze. Dos juegazos que dejaron claro que el público quería al monete de vuelta. Pero se quedó ahí, ya que nunca hubo tercera parte. Y se pidió. A la vez que se pedía el regreso al 3D. Y hubo que esperar. Mucho más de lo deseado, de hecho. Nada nuevo durante la larga generación de Nintendo Switch. No fue hasta la llegada de la sucesora, la reciente Nintendo Switch 2, donde empezó a sonar ese tan ansiado regreso. Y ese regreso tomó forma en la gran conferencia de la nueva consola hace unos meses.
Ha habido que esperar. Demasiado. Donkey Kong Bananza es la nueva iteración de Donkey Kong en los plataformas en 3D. Y me voy adelantando a lo que diré más adelante pero, ha merecido la pena cada segundo de espera durante todos estos años.

Más mono que nunca
El primer Donkey Kong plataformero 3D en décadas ha venido con rediseño incluído, aunque ya pudimos verlo en Mario Kart World. Nintendo ha abandonado el diseño de Rareware que se llevaba utilizando desde el primer Donkey Kong Country y ha vuelto a un diseño más similar original, de juegos como Donkey Kong de Gameboy y títulos anteriores. No es exáctamente ese mismo diseño, pero sí está muy inspirado en el diseño clásico del monete. Este cambio ha traido consigo un mono con una expresividad mucho más marcada y con mucha más vida. Cosas como babear y sacar la lengua cuando tiene un plátano cerca (en la versión castellana no se llaman bananas, es lo que hay), poner cara de enfadado cuando hay enemigos cerca, cara de tonto, silbar, mostrar con gestos que va a defender y ayudar a Pauline, entre otras cosas. Dice mucho sin decir ni una sola palabra, es una delicia.
Y no sólo Donkey Kong es así de expresivo. Todos los personajes del juego lo son. Monos, avestruces, cebras o incluso Pauline. Esta última es un personaje realmente importante en esta aventura. Se enfadará, sentirá miedo, alegría, al principio será reticente a cantar y cuanto más avancemos lo hará con mayor soltura. Es cierto que no todos los personajes con los que interactuaremos durante la aventura tendrán forma animal, por tanto no serán tan expresivos.
Exceptuando a Pauline, por el hecho de ser humana, ningún personaje tiene doblaje como tal, sino que hablarán a través de ruiditos característicos de los juegos de Rareware, como en Banjo Kazooie vaya. Es realmente gracioso escuchar a las cebras hablar. En cambio, como acabo de decir, Pauline sí habla y lo hace con un estupendo doblaje al castellano. Pequeño tirón de orejas que la canción la hayan dejado en inglés.

Viaje al centro de la tierra
No vamos a buscar una historia muy elaborada en los jugos plataformeros de Nintendo, las cosas como son. Y este no es una excepción. Hay una compañía minera, Void Co. que la está liando. Nos incordiarán bastante y tendremos que frustrar sus planes mientras vamos descendiendo hasta el centro de la tierra para ver cumplidos los sueños tanto de Donkey Kong como de Pauline. Nada muy allá. Es cierto que tiene algún giro interesante y mayores son las sorpresas cuanto más nos acercamos al final. Y de ellas sí que no debo hacer spoilers.
Durante la aventura iremos visitando distintos niveles. Algunos de estos niveles son enormes con centenares de coleccionables escondidos en ellos. También estarán repletos de desafíos y secretos. Tendremos que hablar con diversos personajes, que nos contarán qué ha liado Void Co. en ese estrato (sí se llaman así). Lo dicho, nuestro objetivo será frustrar los planes de la malvada compañía minera, además de ayudar a lo personajillos que viven en ese lugar. Pero no penséis que será una tarea rápida, en ocasiones tendremos que desbloquear ciertos poderes o habilidades para poder avanzar por ese nivel, y enfrentarnos a más de un jefazo.
La variedad de mundos es correcta y nos da contenido para decenas y decenas de horas. Es cierto que algunos mundos parece que se les hayan quedado a medio hacer ya que son algo simples comparados con otros. Sin embargo, yo no lo veo tan así, considero que esos mundos simples sirven para dar un respiro al jugador.

El mono se abre paso
Desde el primer tráiler nos vendieron la mecánica de romperlo todo. Podíamos destruir el escenario casi por completo, no parecía haber límite. Una vez jugado, sí que lo hay. Pero ese no es el punto importante. Por muy «rompedor» que pueda parecer, no es tan divertido como parece romper sin ton ni son. Más allá de las primeras horas, rápidamente nos daremos cuenta de que no aporta nada.
Es cierto que los el diseño de control del juego está muy orientado a romper, ya que con el botón Y golpearemos hacia el frente, con el B hacia abajo, con el X hacia arriba y con el A saltaremos. Con el ZR agarraremos un trozo de terreno y podremos lanzarlo pulsándo de nuevo el botón, o con el ZL deslizarnos sobre ese trozo o rodar si no llevamos nada en las manos. Con el R daremos una palmada en el suelo, con el L silbaremos y pulsando ambos a la vez nos golpearemos en el pecho, esto último servirá para utilizar las Bananzas.
El juego ofrece muchísimo más que romper. Esto pasará rápidamente a un segundo plano y simplemente romperemos cuando sea necesario para avanzar o porque hayamos encontrado algo utilizando el sónar. Y eso lo hace de forma brillante este título. Utilizaremos su mecánica más loca con cabeza, no sin ella. Cuanto más avancemos iremos descubriendo distintos tipos de terreno, algunos dañinos, otros explosivos, distintos niveles de dureza y te los van presentando de forma muy intuitiva.
Antes de cerrar este bloque me gustaria comentar que la cámara en ocasiones se vuelve un poco loca si cavamos hacia abajo. Un pequeño detalle.

BANANZAS
En el bloque anterior he mencionado las Bananzas. En este juego Donkey Kong conseguirá hasta 5 transformaciones diferentes. Cada una de estas tendrá mecánicas jugables nuevas. Voy a hacer alusión únicamente a las que se vieron en el Nintendo Direct dedicado al juego. La bananza Kong nos hará más grandes y poderosos, pudiendo destruir hasta paredes metálicas. La bananza Avestruz nos permitirá volar durante un breve periodo de tiempo y planear, además de poder lanzar huevos explosivos. La bananza Cebra por su parte nos permitirá correr más rápido y sobre el agua o superficies frágiles, además de poder esprintar. Y esta última tiene el mejor tema musical de todo el juego, no podía abandonar este bloque sin comentarlo.
Para poder transformarnos tendremos que acumular energía recogiendo pepitas de oro. Una vez acumulemos suficientes, si utilizamos el redoble de pecho nos transformaremos. Utilizando la cruceta izquierda o derecha cambiaremos de forma en cualquier momento. Las bananzas durarán un tiempo determinado y pueden ser mejoradas vía el árbol de habilidades, pero eso lo veremos más adelante.

Busca y rebusca
Acabo de mencionar las pepitas de oro en el bloque anterior, pero hay mucho más. Rompiendo el terreno, lo más habitual será encontrar pepitas de oro o chips de banandio. Los primeros son la moneda de este juego, que podremos utilizar para comprar consumibles en una de las tiendas. Lo segundo lo podremos canjear por plátanos (bananas) en otra de las tiendas.
Estamos hablando de un juego de Donkey Kong, así que no podían faltar los plátanos (bananas). Es el principal coleccionable del juego, es lo que tenemos que buscar con más ahínco. También para que suene el «Ooooh banana» de Donkey Kong 64, para qué negarlo. Por eso mismo desentona un poco que le llamen plátanos, la verdad.
En cada nivel habrá un número determinado de plátanos y fósiles que encontrar, si la fase es muy grande puede haber decenas y decenas. Los plátanos los necesitaremos para avanzar en la trama. La verdad es que no piden demasiados durante la primera vuelta al juego, pero sí lo hacen en el postgame. Bastantes estarán visibles, otros estarán ocultos en el escenario y tendremos que descubrirlos utilizando el sónar, el cual activaremos dando una palmada en el suelo. También conseguiremos plátanos completando los distintos desafíos que iremos encontrando durante la aventura. Los habrá de varios tipos, de tiempo, de combate, o incluso homenajes a niveles clásicos de juegos de Donkey Kong.
Los fósiles, por su parte nos servirán para comprar atuendos para el mono y para Pauline. Estos sólo estarán escondidos por el nivel, no dentro de desafíos. Los hay de varios tamaños, pero su fin es siempre el mismo. En cuanto a los discos de música, la mayoría se obtendrán derrotando enemigos, pero algunos muy concretos cumpliendo ciertos requisitos en desafíos. Estos discos se pueden utilizar en los los refugios para cambiar el tema musical. Para conseguir el 100% de completismo del juego no sólo será necesario conseguir todos los plátanos, sino también todos los fósiles y discos de música.

Habilidades y atuendos
En el bloque de las bananzas he comentado el árbol de habilidades y en el anterior los atuendos. Respecto a los primeros, obtendremos un punto de habilidad cada vez que consigamos 5 plátanos. Estos puntos se pueden gastar en un árbol de habilidades. Estas pueden ir desde aumentar los corazones de vida o poder de destruccion, hasta conseguir habilidades nuevas para las distintas bananzas. O lo más útil, aumentar el rango de alcance del sónar. Ciertos aspectos pueden ser mejorados en más de una ocasión. El coste de la mejora incrementará proporcionalmente. La primera mejora de salud costará un punto, la segunda dos, y así sucesivamente. Este es un ejemplo, hay otros aspectos que pueden llegar a costar 5 puntos de habilidad obtenerlos o mejorarlos.
En los refugios, que no he comentado siquiera lo que son en esta reseña, pero tampoco es tan relevante, tendremos un armario. Utilizándolo podremos cambiar de color el pelo de DK (De-Ká), sus pantalones, su corbata o el atuendo de Pauline. El color del pelaje del mono no tendrá efecto alguno, pero el resto de apartados sí. Los efectos de la corbata y diferentes atuendos pueden ir desde nadar más rápido, frenarnos menos en el barro, que las manzanas nos curen el doble de salud, que las bananzas duren más o que los enemigos o los pinchos nos hagan menos daño. Sin duda unas mejoras muy suculentas que tendremos que pensar bien a qué nos vamos a enfrentar y equiparnos para la ocasión de la manera más óptima.

Conclusión
Estamos ante una barbaridad de juego. Llevabamos décadas sin un Donkey Kong en 3 dimensiones y la espera ha merecido la pena. Un juego abrumador, desafiante, variado, adictivo, brillante. Empieza algo lento y luego es un no parar. Un no parar de desafios, de encontrar sorpresas, de divertir. Una historia algo sencilla, algún bajón puntual de rendimiento o algo de caos con la cámara. Unos aspectos negativos tan residuales, que sí, no hacen que llegue al 10 en la nota, pero qué falta le hace. Y no he querido hablar del postgame. Una vez terminas la historia el juego añade más contenido, más coleccionables, más desafíos endiabladamente difíciles. A un ritmo normal la historia se puede terminar en unas 40 horas. El 100% en unas 60h. Una absoluta locura de contenido para un plataformero 3D. Te deja realmente satisfecho.
Es una obra maestra que va a dejar una enorme huella. Que va a marcar el camino a seguir. Un homenaje a toda la historia del mono de nintendo visual y sonoramente y uno de los videojuegos que más he disfrutado los últimos años. Y no me cuesta admitir que es el mejor plataformero 3D que he jugado en mi vida. Larga vida a Donkey Kong, ha vuelto con más fuerza y bananas que nunca.
NOTA
| Gráficos | 9 |
| Sonido | 10 |
| Jugabilidad | 9 |
| Duración | 10 |
| Diversión | 10 |
