La saga The Legend of Zelda tiene ya más de 38 años a sus espaldas. 38 años de leyendas inolvidables. Una saga bien cuidada, tratada con mucho cariño y espaciando bien sus juegos para no sobreexplotarla como otras. Amada por prensa y por público y cuya veintena de títulos no bajan del notable en las notas.
Una saga legendaria en la cual, hasta la fecha, siempre habíamos tomado el control del héroe, de Link, y nuestro cometido había sido salvar a la princesa o al reino de Hyrule. Exceptuando spin offs y los olvidables juegos de Cdi, nunca habíamos jugado con la princesa. Hasta ahora. Estamos ante un título donde la princesa Zelda es la protagonista y nuestro cometido es salvar al héroe Link y al reino de Hyrule.
Estamos, por primera vez, ante el The Legend of Link (oportunidad perdida llamarlo así, la verdad).

Al rescate de Link
Como he dicho en la introducción a esta reseña, por primera vez (sin contar infames iteraciones), tomaremos el control de la princesa Zelda y nuestro deber será rescatar a Link y salvar el reino. Ya lo pudimos ver en el primer tráiler oficial y también nos lo contarán al principio del juego. Link será engullido por una grieta, igual que gran parte del reino.
Gracias a la ayuda de Tri, el hada que nos acompañará en esta epopeya, seremos capaces de introducirnos en esas grietas. Esto nos trasladará al mundo del vacío. El cual será una versión del reino completamente retorcida (estructuras volteadas) y hecha pedazos. Las grietas más pequeñas nos propondrán sencillas tareas de puzle y plataformeo para poderlas cerrar. Para cerrar las más grandes, tendremos que superar laberínticas mazmorras como cualquier Zelda en 2 dimensiones.

Replicando que es gerundio
Zelda Echoes of Wisdom es una aventura de acción, como cualquier otra entrega de la saga. Sin embargo, con el poder que nos otorga el cetro que Tri nos entrega tras el prólogo, también podría considerarse un juego de puzles. Pero no nos confundamos, no lo es. Lo parece, de hecho es lo que llegamos a pensar con los trailers, pero no lo es. Más abajo en la reseña os lo recordaré.
El cetro de Tri nos permitirá replicar. Casi cualquier objeto o enemigo podremos memorizarlo y replicarlo consumiendo parte del poder del hada. Al principio de la aventura el poder de nuestro amigo acompañante será de 3 puntos. Lo que significa que podremos invocar un máximo de 3 cosas siempre que su coste sea 1. Si invocásemos un objeto o enemigo de coste 2, sólo podremos invocar una copia de dicho objeto. En caso de invocar algo adicional que supere el poder de Tri restante, desaparecerá lo más antiguo de coste suficiente para restaurar así el poder del hada y poder invocar lo que hemos seleccionado. Se entiende, ¿verdad?
Según vayamos cerrando las grietas que asolan el reino, el poder de Tri irá incrementando y así podremos invocar más réplicas, entre otras cosas que prefiero no contar.

Este poder de replicar será clave para la aventura. Podremos hacer escaleras de camas, mesas o cualquier otro objeto de baja altura al que podamos subirnos de un salto y alcanzar así lugares de mayor altura. Dentro de mazmorras tendremos que ayudarnos de réplicas para avanzar o del poder de Tri para desplazar objetos. Vaya, ¿no os había hablado de la otra habilidad de Tri? El juego esconde muchas más mecánicas las cuales no destriparé por aquí. Simplemente diré que las mazmorras, pese a que algunas sean bastante lineales, son brillantes y lo que hay que hacer para llegar a ellas es muy divertido.
Hay un total de 128 réplicas en el juego. Sí, sé lo que estaréis pensando, muchas no las usaremos jamás. Eso es totalmente cierto. Algunas nos las pedirán para completar misiones y otras las iremos jubilando tras obtener réplicas más poderosas o útiles. Ya se ven videos por redes de gente haciendo auténticas virguerías combinando dos o más réplicas. No llega al nivel de lo que se hizo con Zelda Breath of the Wild o Tears of the Kingdom, pero sigue siendo realmente loco para un Zelda 2D. La mecánica está ahí, está para experimentar.

Combate no apto para princesas
Ahora es cuando voy a retomar lo que dije antes. No estamos ante un juego de puzles pese a que la mecánica de replicar sea muy utilizada para abrirnos paso en las mazmorras o por el reino de Hyrule. Estamos ante una aventura de acción. Por tanto, el combate tiene gran peso en esta epopeya. Y aquí está el gran problema de esta aventura de la Princesa Zelda, en el combate.
Los enemigos que repliquemos lucharán a nuestro lado y, excepto contadas excepciones, no nos dañarán sus ataques, tampoco los nuestros a ellos. Ahora bien, no esperemos inteligencia por su parte. Los enemigos tienen unos patrones fijos y se caerán al vacío o atascarán en obstáculos como lo haría cualquier enemigo hostil.

Zelda, por su parte, no será capaz de atacar. Miento, sí lo será, pero no en su estado normal. Podremos activar el modo espadachina, el cual consume barra de energium, para poder luchar con espada y escudo como si fuesemos Link. Ahora bien, esto será temporal ya que enseguida nos quedaremos sin energium, el cual podemos recuperar derrotando a los enemigos del mundo del vacío. Por tanto, esto hará que limitemos mucho el uso del modo espadachina. Aunque siempre nos quedarán las pociones.
Por tanto, el combate es un poco frustrante ya que para defendernos y atacar consumiremos energium y, si no llevamos pociones encima, estaremos muy limitados. Replicar enemigos sin parar mientras huimos de los ataques de los enemigos hostiles no es muy entretenido, todo sea dicho.
Existe un personaje capaz de mejorar el daño de nuestra espada y aumentarnos la barra de energium si le entregamos fragmentos de poderilio. Estos fragmentos están desperdigados por el mundo, tan escondidos como los Kologs en las últimas aventuras de Link. Afortunadamente, no habrá tantos. Al final de la aventura es cierto que tendremos gran capacidad de energium. Pero, personalmente, esto no cambia la percepción que tengo sobre el combate en este título.

Desarrollo y profundidad adecuadas
Ya he hablado que el poder de Tri y tanto el daño en modo espadachina como la capacidad de la barra de duración de dicho modo son mejorables como si de un juego RPG se tratase, pero no es lo único. El juego cuenta con un nivel de personalización, desarrollo y profundidad realmente interesante para tratarse de un Zelda en 2D.
Durante la aventura iremos recogiendo distintos ingredientes que podremos utilizar en la fabricación de pociones. Hay un total de 20 ingredientes distintos, nada que ver con juegos de mundo abierto 3D, afortunadamente. Las pociones nos darán distintos beneficios temporales además de poder restaurarnos salud o energium.

El juego cuenta también con misiones secundarias, hay varias decenas de ellas en total. Algunas serán muy tontas y fáciles de completar y otras tendrán un desarrollo más elaborado. Tras completarlas, muchas de ellas nos darán recompensas no demasiado útiles, pero otras, por contra, puede que nos entreguen fragmentos de poderilio, accesorios, trajes o incluso piezas de corazón.
No creo que merezca la pena hablar de las piezas de corazón, ya que como buen Zelda estarán bien escondidas por el mundo y 4 de ellas harán que obtengamos un nuevo corazón. El máximo de la aventura será de 20.
Tanto los accesorios como los trajes podremos equiparnoslos. Los segundos serán meramente estéticos y no tendrán efecto alguno, o su efecto será tan leve que carece de importancia alguna. Los accesorios, por su parte, sí nos darán un efecto beneficioso. Este puede ir entre consumir menos energium, encontrar más corazones o nadar más rápido, entre muchos otros. Al principio de la aventura sólo podremos equiparnos con uno. Esto será mejorable hasta poder equiparnos un máximo de 5.

Mapa, exploración y ritmo
El mapa y la exploración son, bajo mi punto de vista, el aspecto más disfrutable de este nuevo Zelda 2D. Nos pasaremos decenas de horas investigándolo hasta el último rincón. Está repleto de secretos, de cuevas más o menos grandes que contendrán tesoros, algunos mejores que otros. Por el mapa tendremos que buscar piezas de corazón, piezas de poderilio y sellos. Estos útimos no los había mencionado hasta ahora, porque tampoco es que merezca demasiado la pena. Además de tener que hacer las misiones secundarias y encontrar las 128 diferentes réplicas, entre otras cosas.
El título estará repleto de cosas que hacer y contendrá una amplia variedad de minijuegos donde echar el rato, con suculentas recompensas. Incluso habrá alguna que otra mazmorrilla por el mundo, con jefe final grandote al final, como si de una mazmorra de la aventura se tratase. Nos recompensarán debidamente.
El juego cuenta con muy buen ritmo. No tienes la excesiva libertad de los dos últimos Zelda 3D, pero tampoco estaremos encasillados en la linealidad extrema de otros juegos de la saga. Tendremos un abanico de lugares a los que ir en todo momento y podremos hacerlo en el orden deseado. Incluso podremos explorar todo el mapa casi desde el principio, pero narrativamente habrá cierto orden. Además, la historia, pese a no ser la quintaesencia de la saga, no está mal, es arriesgada y cumple.

Conclusión
Estamos ante un juego precioso. Muy bello y entretenido de jugar. El control es perfecto y es muy satisfactorio completar sus desafíos. En cuanto al mapa y la exploración es el mejor Zelda 2D hasta la fecha, bajo mi humilde opinión. El desarrollo de la trama tiene buen ritmo y es interesante. Las mazmorras y todos sus rompecabezas están bien diseñados y las misiones secundarias y coleccionables son satisfactorios.
Ahora bien, entiendo que Zelda es la sacerdotisa portadora de la trifuerza de la sabiduría, eso es un hecho, y que el combate nunca ha sido su fuerte, excepto en spin offs. Sin embargo, en un juego con ella como protagonista, y más siendo, como todos los demás, una aventura de acción, hay que diseñar algo mejor ese apartado. En comparación con el resto del título que es brillante en todos los aspectos, el combate no termina de ser entretenido. Y el modo espadachina no deja de ser un parche.
NOTA
| Gráficos | 9 |
| Sonido | 9 |
| Jugabilidad | 7 |
| Duración | 9 |
| Diversión | 8 |

Un comentario sobre “Reseña: The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom”