¡Atención!
Esta entrada contiene spoilers de la trama de
The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

Capítulo 55
Estaba listo para hablar con Prunia y continuar con mi cometido ahora que las principales tribus del reino estaban dispuestas a ayudarme. Nada más empecé a hablar con ella sucedió el evento de la luna carmesí. En ese momento vimos a la princesa Zelda en la sección del castillo que estaba flotando. Prunia me dijo que le pareció haberla visto en alguna otra ocasión. Así que marché a investigarlo.

Construí mi máquina voladora y alcé el vuelo hasta el castillo. Ahí una voz me habló y me pidió que le buscase. Se me marcó un lugar en el mapa. Era la ubicación de Zelda, la vi tras una verja. Accedí por la parte superior y la princesa se desvaneció y apareció un grupo de enemigos. Los derroté y continué explorando el castillo. Se me marcó otro lugar en el mapa. Mientras exploraba encontré un nuevo santuario.

Volví a encontrar a Zelda en la biblioteca. Otro grupo de enemigos apareció nada más desvanecerse la princesa. Acabé con los enemigos y hallé las botas de la guardia real en un cofre tras una de las estanterías.
En las siguientes localizaciones marcadas en el mapa volvió a suceder lo mismo y tuve que acabar con algunos enemigos.

Llegué a la sala del trono. Encendí las antorchas y hallé bajo el trono un cofre con la nueva túnica del elegido. La prenda que había confeccionado Zelda y había descubierto gracias a su diario en Hatelia. En la torre más alta del castillo hallé el arco crepuscular en un cofre.

Antes de continuar buscando a la princesa bajé a la parte inferior del castillo y visité el embarcadero. Ahí tuve que acabar con las manos malignas y con Ganon fantasma. Encendí un fuego y apareció un cofre con el escudo hyliano.

Regresé al castillo de los cielos y seguí a la princesa en dos localizaciones más, teniendo que acabar con diversos enemigos. Entonces se dirigió a la plaza central del castillo, ahí no volvió a huir. Se reveló la verdad. Se trataba de una marioneta de Ganondorf. Restauró la sala del castillo e hizo aparecer a varios Ganon fantasma. Tras acabar con ellos reaparecieron con otras armas. Tras varias oleadas logré acabar con todos ellos. Cuando pensaba que había vencido me atacó con aura maligna. En ese momento aparecieron los elegidos para protegerme. Ganondorf reconoció las piedras secretas. Entonces decidió mostrarnos un recuerdo. Vimos al Rey Demonio invocando criaturas y asolando el reino de Hyrule con su ejército. Nos advirtió que algún día recuperaría su poder y nada podría detenerle. Y no quedaba mucho para su regreso con todo su poder.

Obtuve un contenedor de corazón y regresé, junto con los elegidos, al fuerte vigía. Se lo contamos a Prunia. Esta dedujo que en todos los lugares que habían visto a la princesa debía deberse a la impostora y que el Rey Demonio había regresado de verdad. Prunia dedujo, de manera muy acertada, que si junto a Rauru había 6 sabios, la princesa Zelda debía representar el tiempo. Y aun así queda todavía otro sabio.

Con las deducciones que Prunia había hecho, teníamos que buscar al quinto sabio. Pero no teníamos ninguna pista de donde podría hallarse.
Capítulo 56
Debíamos buscar al quinto sabio, pero no teníamos ninguna pista de por dónde empezar. Lo que sí estaba claro era que en todos los lugares donde habían visto a la Princesa Zelda se trataba en realidad de la impostora. Recordé que en Kakariko había un lugar donde no podíamos acceder por orden de la princesa. Con lo que habíamos descubierto esa restricción quedaba anulada. Así que se lo conté a Pay y a Tauro. Me permitieron el acceso a la isla anular flotante.

Accedí a su interior con infiltración y tomé una foto del grabado. Se la mostré a Tauro. El texto decía que Mineru era el quinto sabio. Después de dilucidar con Carill, llegamos a la conclusión de que debíamos investigar el lago Drako en Farone cerca de las ruinas Zonnan.

Me dirigí hacia el lugar y me encontré con Tauro. Había hallado unas salas zonnan a lo largo del lago. En estas salas encontramos relieves zonnan. Lo que en ellos se podía leer decía que se debían vestir las prendas de la centella que se ocultaban a lo largo del lago Drako. Una vez hecho se debía ofrecer una esfera energética en el altar de la cola. En la sala donde estaba Tauro hallé un cofre con la lóriga de la centella. Me fui dirigiendo al sur y hallé otra sala. En ella obtuve el pantalón de la centella. En la tercera sala encontré el tocado de la centella. Al final de la cola me equipé el traje al completo y posé una esfera energética en el altar. Esto activó el cuerno de una efigie zonnan del exterior de la sala la cual acumuló energía y emitió un potente rayo que disipó el cúmulo de nubes.

Carill y Tauro vinieron a reunirse conmigo sorprendidos por lo ocurrido. También marché a contárselo a Prunia. Era el momento de investigar esas nuevas islas.
Ascendí a las islas con la máquina voladora. Se trataba de las Islas del Trueno. En ellas había tormenta eléctrica en todo momento así que tuve que equiparme el casco que había obtenido en el cuartel general del clan Yiga. Con él equipado los rayos no me hacían efecto. En las islas no había gran cosa. Tuve que aprovechar los rayos en algunas efigies zonnan para poder acceder a algunas islas. Continué avanzando por las islas y obtuve un mapa en un cofre y algunos minerales. Construí una vagoneta improvisada para acceder a las siguientes islas y acabé con un Gólem Cúbico Supremo y obtuve otro mapa. Uno de estos mapas indicó un tesoro del subsuelo que aun no había obtenido, pese a tenerlo completamente explorado. Este tesoro era el Gorro de los Cielos.

Regresé a las islas y encontré un cofre con una voluntad de los sabios. Construí otra vagoneta improvisada y en cierto momento del trayecto utilicé infiltración para encontrar un nuevo santuario. Poco después terminé llegando a la última de las islas. Esta me propuso un salto de fe. Caí a una enorme isla algo más abajo.

Se trataba de la isla Cabeza de Dragón. Encontré otra voluntad de los sabios en un cofre. En el centro de la isla había un enorme templo. Entré por la parte superior y encontré un santuario. Se trataba del último santuario. Al completarlo la estatua de Rauru me pidió que marchase al Templo del Tiempo. Marché hacia allí y obtuve un contenedor de corazón. Había un cofre tras la estatua de la Diosa. Allí hallé el Espíritu del héroe ancestral. Un conjunto que si lo equipaba me cambiaba el aspecto al de un guerrero zonnan, el del héroe de hace 10.000 años.

Regresé entonces a las islas y continué explorándolas. Abrí una enorme puerta y encontré un artefacto zonnan. Una voz me dijo que debía llevarlo a donde indicaba la luz que emitía. Construí un planeador con turbinas y lo transporté. Llegué al lugar donde había una enorme estatua zonnan en el bosque y lo coloqué. Esto abrió un pasadizo a un nuevo abismo. Coloqué el artefacto en un ascensor y descendimos al subsuelo.

Estábamos en el centro de producción de gólems. Transporté el artefacto y lo coloqué en el gólem incompleto, en el orificio de la cabeza. Entonces me habló. Se trataba de Mineru, la sabia del espíritu. No contaba con forma física. Me pidió ayuda para construir un cuerpo que pudiese albergar su espíritu.

Había encontrado al quinto sabio. Debía ayudarle a tener un cuerpo. Con la ayuda de los cinco sabios seguro que vencemos al Rey Demonio.
Capítulo 57
Había encontrado al quinto sabio. Se trataba de Mineru. Debía ayudarle a tener un cuerpo físico, para que pudiese ayudarme en mi cometido. Debía visitar las 4 factorías que había alrededor del centro de producción de Gólems y construirle un cuerpo.

Comencé visitando la factoría de la pierna izquierda. Activé un terminal y obtuve una caja con una pierna de gólem en su interior. Recoloqué un puente. Adherí la caja y unos cohetes a un planeador con turbinas para llegar a la salida superior de la factoría. Salí al exterior y llevé la caja hasta donde Mineru. La caja se rompió y adherí la pierna izquierda al gólem incompleto.

Marché a la factoría del brazo izquierdo. Activé el terminal y obtuve la caja con el brazo. Construí un puente improvisado de bloques de piedra fundida y lo transporté al otro lado del río de lava. Para llegar a la siguiente sala acoplé a la caja un par de ruedas grandes y un mando y sorteé el siguiente río. Elevé una puerta con dos ruedas y terminé bajando por un río de agua con la caja, a la que acoplé dos ruedas y un par de turbinas para nivelar el peso. Acabé llegando donde Mineru y le coloqué su brazo izquierdo.

Visité entonces la factoría del brazo derecho. Activé el terminal y recibí la caja con el otro brazo. Le acoplé una rueda pequeña y lo envié al piso superior mediante una rampa. Le acoplé una rueda pequeña a cada lado para que se mantuviese bien equilibrada y la envié por el camino electrificado. Yo pasé al otro lado aprovechando las escaleras. Le acoplé cuatro ruedas y salimos por el otro lado de la factoría. Tras sortear un camino lleno de aura maligna llegamos hasta donde Mineru. Ya tenía su brazo derecho.

La factoría que me quedaba por visitar era la de la pierna derecha. Obtuve la caja con la pierna tras activar el terminal. Utilicé unos ascensores con turbinas para ir elevando la caja a pisos superiores de la factoría. Tras hacerlo un par de veces llegamos a una sala donde construí un planeador con turbinas y abandonamos la factoría a gran altura. Fui poco a poco descendiendo hasta llegar donde Mineru. Tras colocar la pierna derecha, el gólem estaba listo.

Mineru ya tenía un cuerpo. Entonces me comentó que necesitaba recuperar su piedra secreta para potenciar sus habilidades. Esta se hallaba en el Templo del Espíritu. Me lo marcó en el mapa. Me subí a lomos del gólem de Mineru y nos dirigimos hacia allí. La habilidad que poseía me permitía adherirle artefactos zonnan a distintas partes del cuerpo con los que atacar. Evité combatir ya que era muy lento atacando, así que esquivé a los enemigos y me fui abriendo camino hacia el templo. Tras un viaje no demasiado largo terminé llegando.

El templo no tenía gran cosa. Activamos un dispositivo y apareció la piedra secreta. En ese momento se activó un mecanismo de seguridad y tuvimos que enfrentarnos a un gólem zonnan poseído por el aura maligna. Utilicé los artefactos zonnan del entorno para golpearle contra el alambre electrificado. Tras un tedioso combate terminé venciendo.

Obtuve un contenedor de corazón tras el combate. Entonces cogimos la lágrima y ésta se incrustó en el gólem de Mineru. Juró que lucharía a mi lado y me prestó su poder.

Me habló de la época pasada. Me contó que los zonnan descendieron de los cielos y trajeron las piedras secretas, las cuales potenciaban el poder de sus portadores. Rauru contrajo matrimonio con Sonnia, con quien estableció el reino de Hyrule. Ganondorf acabó con Sonnia y se hizo con su piedra secreta. De este modo se convirtió en el Rey Demonio y arrasó el reino con su ejército de monstruos. Los hylianos estaban contra las cuerdas. Entonces Rauru entregó las piedras secretas a poderosos guerreros, convirtiéndolosasí en sabios, y se enfrentaron al invasor. Pero no tuvieron éxito. Entonces el Rey de Hyrule decidió sellar al Rey Demonio con su magia de destierro sacrificándose también a si mismo. Rauru estaba seguro de que en el futuro aparecería alguien capaz de vencer al Rey Demonio.

Tras la batalla Zelda visitó a Mineru con la Espada Maestra deteriorada que había viajado a través del tiempo. Zelda estaba dispuesta sacrificarse para restaurar el poder de la espada. Estaba convencida de que había viajado en el tiempo para cumplir con ese deber, el de restaurar la espada y entregármela en el futuro. Poco después Zelda llevó a cabo el ritual.

Regresé a contárselo a Prunia. Ésta dedujo que el Rey Demonio debía hallarse en el subsuelo, bajo el castillo de Hyrule.

Estaba listo para la batalla final. Con la ayuda de los 5 sabios seguro que lograremos detener al Rey Demonio y salvar el reino.
