El Viaje del Heroe – Recuerdos y desafíos impactantes | Diario de Zelda Tears of the Kingdom

¡Atención!

Esta entrada contiene spoilers de la trama de

The Legend of Zelda Tears of the Kingdom

Capítulo 15

Comencé a explorar la nueva región por la parte terrestre, cerca de la Atalaya. Tuve que enfrentarme a un ejército de Gólems de diferentes rangos con armas más poderosas que las anteriores ocasiones.

Como la intriga me podía fui directamente al geoglifo gigante que estaba en una llanura en esta nueva región. Se trataba de un nuevo recuerdo de la princesa Zelda. En él aparecía Ganondorf. El hombre Gerudo había arrebatado la lágrima de Sonnia y había acabado con ella. Ganondorf imbuyó la lágrima con su oscuro poder y la lágrima se le acopló a su frente potenciándolo hasta convertirse en el Rey Demonio. Liberó todo su poder e invocó a criaturas hostiles a lo largo y ancho del Reino. Rauru apareció en escena preocupado por Sonnia. Ganondorf le atacó y el Rey de Hyrule se protegió con una barrera mágica. En ese momento Zelda sacó la piedra sheika y teletransportó a los tres fuera del alcance del Rey Demonio. Un recuerdo que me ha dejado completamente impactado.

Continué explorando la nueva región y encontré una cueva. En ella tuve que enfrentarme Like Likes de hielo y a un nuevo ejército de Bokoblins y un Gran Bokoblin azul que me dieron bastante guerra.

Después de explorar los alrededores de la Atalaya de la nueva región, fui a la parte sur. Quería revisar primero toda la parte izquierda antes de cruzar la gran llanura.

En los fragmentos cercanos a la anterior región encontré una cueva, un manantial. Ahí obtuve bastantes minerales y un nuevo emblema de fantasmo. Fuera estaba esperando un nuevo Hinox, uno rojo, uno sencillo. Además, no tenía protección en los tobillos, fue realmente fácil de derrotar.

Siguiendo hacia el sur me encontré con un campamento de bokoblins. Ahí me crucé con el primer bokoblin plateado. Me dio muchos quebraderos de cabeza. Tienen gran cantidad de salud y pegan muy fuerte. Tras liquidar a todos los enemigos del campamento, obtuve un arma bastante poderosa en el cofre.

Después encontré una estructura extraña. Similar a un edificio de forma cúbica. Tenía ventanas con rejas, así que sólo se podía acceder utilizando Infiltración desde abajo. Ahí encontré dos cofres con objetos bastante interesantes.

Mientras seguía explorando los aledaños volví a cruzarme con un centaleón. Me costó muchos intentos derrotarle, pero lo logré y me hice con sus poderosas armas.

Más al sur un ciudadano orni me pidió ayuda con unos enemigos voladores. Los derroté con facilidad y me recompensaron con 50 rupias.

Continué explorando la zona sur y me encontré otro campamento de bokoblins. Otro donde había un bokoblin plateado.

Fui dirigiéndome hacia el norte, terminando con la sección montañosa de la derecha de la nueva región. Encontré una cueva en la que me adentré. Se trataba de otra cueva con agua helada en la que no podía sumergirme. Utilicé frutos helados para crear plataformas de hielo y poder cruzar al otro lado. Ahí encontré un nuevo santuario. Otro en lo que me despojaron de todas mis posesiones. Había varios golems con arcos y flechas elementales, pero a distancia no eran demasiado complicados de esquivar. Me costó un par de intentos, pero logré completarlo con éxito.

He terminado de explorar la parte montañosa. Ahora debo dirigirme a la llanura donde estaba el enorme e impactante geoglifo. Estoy seguro de que en esta región aguardan aún más sorpresas.

Capítulo 16

Era el momento de explorar la gran llanura de la zona central de la nueva región, así que me lancé con la paravela hacia el geoglifo ya visitado para explorar en dirección al sur.

Nada más tocar tierra vi un caballo dorado. Logré domarlo y me dirigí rápidamente al sur en busca de una posta, quería registrarlo. Con tan buena suerte que encontré una.

En la posta me encontré con Harloa, quien trabaja para la gaceta. Estaba charlando con un joven. Hablaban de la princesa Zelda. Según contaban la princesa apareció en la posta sobre un caballo dorado y tuvo comportamientos agresivos que asustaron al corcel. Harloa me recompensó por haber tranquilizado a la montura de la princesa.

Hablé con el dueño de la posta para obtener puntos del gremio y me adentré en ella. Dentro vi un marco vacío. El dueño me pidió una foto para decorar la posta. Una foto de un halcón gigante de la cordillera de Hebra. Resultó sencillo completarla. Simplemente me tuve que dirigir al lugar donde conocí a Tureli, y con la cámara de fotos vi fácilmente el lugar a fotografiar. Se trataba de un paisaje con forma de halcón. Le llevé la foto y la puso en el marco. Me recompensó con un punto del gremio y comida.

Seguí hablando con la gente de la posta y fuera de ella me volví a encontrar con unas jóvenes que ya había ayudad con anterioridad. La pobre Meghyn y su amiga habían tenido que huir de su tienda de campaña por culpa de unos enemigos. En cuanto pueda iré a acabar con ellos.

No había completado aun el santuario de la posta, así que procedí a ello.

Explorando hacia el sur de la posta me encontré de nuevo con Kalibat, al que ayudé con su señal haciendo un invento extraño con un montón de tablones.

Cerca encontré un nuevo asentamiento enemigo. Menos mal que fui con hadas que había obtenido en el pozo de la posta, ya que los enemigos que ahí esperaban eran de muy alto nivel. Un gran bokoblin negro, un bokoblin plateado y varios bokoblins negros y azules. Una batalla realmente dura. Gracias a las hadas que llevaba salí victorioso, pero las perdí todas en la contienda.

Fui explorando hacia el lado derecho de la región. En la ladera que conectaba con el cañón de la segunda región me encontré con otro asentamiento de bokoblins de alto nivel. Dos plateados, un negro y un arquero azul. Me mataban de un solo golpe incluso con armas mediocres.

Vi a lo lejos la montaña de la muerte, pero se salía del mapa, así que preferí no proseguir. Di media vuelta y encontré una cueva. Dentro había una tienda de campaña y varios enemigos. Se trataba de la tienda de Meghyn y su amiga. Así que procedí a liquidar a los enemigos.

Fui a contarles a las jóvenes que ya tenían su tienda de campaña libre de enemigos. Tras completar la petición me hablaron de un paraíso de las setas. Tengo que ir a investigarlo cuando tenga un rato.

Ahora ya estaba listo para explorar la gran llanura. Ahí aguardaba otro Griock, uno glacial. Más allá de este temible enemigo y algunas ruinas, la llanura no ofrecía nada. Así que esquivé al dragón y fui acercándome a una montaña que me quedaba por explorar en la parte derecha.

Me encontré, otra vez con Kalibat, a quien ayudé, como siempre. Un poco más al sur me encontré con la Gran hada Muarenn. Pero esta no quiso salir. Dijo que no lo haría hasta que escuchase la melodía de la trompa. No se bien a lo que se refiere, pero a duras penas logro aguantar los golpes de los enemigos negros y plateados, ojalá pronto consiga potenciar mi equipo.

Me queda muy poco para terminar de explorar esta nueva región. Por lo que he podido ver, únicamente restan una montaña, un santuario y el laberinto, junto con el cubo de los cielos. Pronto llegaré a la región de los Goron y obtendré nuevas pistas del paradero de la princesa.

Capítulo 17

Comencé por explorar la montaña que quedaba en la parte derecha de la región. Arriba no encontré gran cosa, un nuevo Kolog y poco más. Así que la descendí por el lado opuesto.

Ahí vi el gran laberinto. Recuerdo los de mi anterior aventura, me hice con interesantes tesoros en ellos. También vi un nuevo santuario cerca.

En primer lugar, rodeé el gran laberinto y obtuve tesoros derritiendo bloques de hielo. Entonces partí hacia el santuario. Tuve que utilizar un escudo con cohete para poder acceder a él. No fue muy complicado de solventar. Una vez hecho fui a una estatua de la diosa a incrementar mis corazones antes de afrontar el laberinto.

Me adentré entonces en el laberinto. Se trataba de la Fortaleza de Lomei Norte. Tanto las paredes como el suelo estaban impregnados de aura maligna de forma parcial. Tras avanzar un poco volví a encontrarme con el enemigo más terrorífico de la aventura. Con las manos malignas. Hui de ellas lo más rápido que pude. Me alcanzaron, pero logre zafarme. En cuanto vi un techo utilicé infiltración para escapar. Al cabo de un rato desaparecieron.

Ahora sí comencé a explorar el laberinto de una manera más relajada. El aura maligna del suelo era realmente molesta, pero no quedaba otra que cruzar lo más rápido posible esos charcos. Subí en varias ocasiones con infiltración para orientarme. Tuve que ir derritiendo varios bloques de hielo con antorchas u hogueras. Sin contar la entrada, en los otros 3 extremos había un cofre con armas realmente interesantes. Tras mucho sufrimiento logré encontrar el acceso a la sala central, donde esperaba un santuario que no suponía desafío alguno. Tras completarlo activé un terminal con el brazo y este me dijo que debía dirigirme ahora al cubo de los cielos.

Utilicé el generador de esquemas para crear mi máquina voladora y con ella ascendí a los cielos. Era una zona muy elevada, así que la gravedad no tenía gran influencia allí. Había un santuario a la entrada del cubo flotante. Me dio varios quebraderos de cabeza su desafío, pero al final logré solventarlo y así obtuve el punto de teletransporte.

Activé un terminal con el brazo e inicié el desafío del cubo. Tenía que activar 4 terminales. Era como un laberinto vertical. Corrientes de aire recorrían esos pasillos y gracias a la paravela podía desplazarme de un lado a otro. Activé tres de ellos sin demasiada complicación, los cuales estaban en los extremos. El cuarto estaba en la zona central, a la cual accedí desde arriba. Invoqué de nuevo mi máquina voladora para sobrevolar el laberinto y lanzarme a la zona central. Una vez activado, apareció un último y definitivo terminal en la parte superior. Gracias a una gran corriente de aire ascendí y lo activé. La prueba aún no había terminado. Ahora tenía que dirigirme al subsuelo, justo debajo del laberinto terrestre.

Me lancé desde los cielos. Un salto de fe realmente arriesgado, pero que salió bien. Me introduje en un túnel vertical que conectaba directamente con el subsuelo. Ahí tuve que enfrentarme a un nuevo Golem Cúbico Supremo. Pegan fuerte, pero no resultan demasiado complicados de derrotar con un arma potente. Una vez vencido activé un nuevo terminal. Y, al fin, era el último. Obtuve las Botas del espíritu maligno en un cofre y terminé con el desafío de los laberintos.

Utilicé infiltración para ascender a la parte superior de esa zona y activé una nueva raíz. Me encontraba en una zona muy al norte del subsuelo, que no conectaba con ninguna otra zona ya explorada. Además, estaba rodeada de abismos.

Quizás explore un poco el subsuelo en busca de tesoros y cristales energéticos. He terminado de explorar al completo la nueva región. Es el momento de revisar los poblados y postas en busca de nuevas peticiones antes de partir hacia la región de los Goron.

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